Son las 2:27 a.m. Pero de todos modos hace algunas horas pidió ciertas cosas... Julieta siempre dice que cuando deseas algo a una estrella, cuando lo deseas con todas tus fuerzas tu deseo se cumple.
Pero su estrella... Su estrella siempre que desea algo desaparece, y la deja así. Con otro deseo inconcluso a la lista de cosas que jamás sucederán. Julieta la regaña, y le pide porfavor el no ser tan pesimista. Porque después de todo las cosas siempre llegan cuando tienen que llegar, porque los deseos no son eternos, porque nada es para siempre, porque ella no cree en eternidades; y apesar de todo siempre mira al cielo en la madrugada por si a caso se topa con una estrella fugaz que le de un viaje por el universo...
Pues ellas son buenas, pero al fin y al cabo su brillo algún día se apaga, se termina. Y ella sigue allí, esperando. Desde el atardecer observa el rojizo de la bóveda celeste, el púrpura en la lejanía y algo brilla entre los suspiros que provocan sus labios... *
-Quizas sea para siempre, quizas deseo.......-
Suspira... Y se asoma por la ventana.
