viernes, diciembre 18, 2009

grande, grande, grande

Me contaron que antes había personas enormes. Mamá sabe que todo me lo imagino o que en todo dudo así que no dudé en preguntar que cosas eran. Yo tenía 4 años, amaba dibujar, empujar a mi hermana y salir corriendo, ver Júpiter por el telescopio, saltar como rana, mi bicicleta, las tardes de lluvia acaramelada, la nieve de chispitas y los chococrispis (hasta que descubrí que parecían cucarachas), pegarle a los niños y jugar rayuela. Pero me gustaban los cuentos, me gustaban las historias de seres fantásticos porque quería ser uno de ellos, porque me gustaba estar en la noche y poder ver en la oscuridad (por eso papá me compró unos lentes con luces incluidas para ser superpoderosa), porque quería ser diferente.

Así que.... Logré ser superpoderosa, de fantasía como "muñequita de porcelana" (así me decían mis tías). Pero nunca pude ser gigante, siempre quería ser enorme para poder aplastar a todos y agarrarlos con mis manos tal como si fueran hormigas ja, ja. Mas... Fui siempre la enana, asi que me tuvieron que contar historias de pequeños hombresitos.

Y ahora que recuerdo lo que una vez me dijeron:

"Como los gigantes enormes pero no era Gulliber era algo más especial."

Caigo en cuenta de que no había conocido a un gigante especial... Bueno, no había conocido a un gigante, o un gigante para mí.

Aunqu un gigante especial hee... Ah sí, TÚ.